jueves, 21 de julio de 2011

Meteorología del corazón

Mientras nevaba en el trópico
su corazón frío, de mármol
se derretía de dolor.
Algo mas que el tiempo
se le escapaba entre las manos
al narrador.

Tanto se mantuvo distante
que al final la distancia
se hizo real.
Mientras el espejismo
desaparecía en el desierto,
un trocito de mar rodaba
por la mejilla del narrador.

Y era el mar, tiempo después
el que explotaba ante sus ojos.
No eran olas:
Esos golpes de agua y espuma
que reventaban ansiosos en la playa
eran sus viejos recuerdos
sorteando el laberinto de su memoria

La lluvia, lenta y espesa
lo arrastraba todo a su paso
los deseos, los miedos,
los anhelos, la esperanza...
El mundo se empapaba en un manto
húmedo.
Pero el se sentía seco e infértil,
como aislado de todo.

Y de repente el sol brotó
feroz y brillante.
Y la primavera,
hecha un río de colores
se colaba por sus ojos.

(Sabinillas. Marzo 2005)

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